No quiero que muera
ninguna mujer pobre por aborto clandestino.
No quiero que muera
ninguna mujer pobre por aborto.
No quiero que muera
ninguna mujer pobre.
No quiero que muera
ninguna mujer.
No quiero que muera
ningún ser humano.
Si estuviese
convencido de que no hay un ser humano con derecho a la vida antes de
nacer, militaría a favor del aborto legal, seguro y gratuito.
Pero entonces, ¿qué
hacer frente a una mujer que expresa su deseo de abortar?
1) Contenerla.
Escucharla. Acompañarla.
2) Nunca juzgarla.
Independientemente de la decisión que tome.
3) Nunca pedir una
sanción penal.
4) Mostrarle la
humanidad de la hija o el hijo que aloja en su vientre, antes de que
tome la decisión.
5) Y seguir trabajando
en promoción humana, por vivienda digna, trabajo decente, salud
integral, educación, etc. Independientemente de la decisión que
tome.
Por eso nos invito, más
allá del resultado de la votación sobre “Interrupción Voluntaria
del Embarazo”, a seguir militando, trabajando, por los
siguientes puntos:
a) Querer cambiar las
cosas que nos parecen injustas
b) Derechos Humanos
c) Luchar contra la
desigualdad (social y de género)
d) #NiUnaMenos (no a la
violencia y la muerte, sí a la vida)
e) Descriminalizar a la
mujer que abortó
f) Educación Sexual
Integral
Desde mi punto de vista,
el gran proceso cultural (con fuerte impulso foráneo) que nos lleva
a desacuerdos es la deshumanización del feto. Si no lo
reconozco como humano puedo quitarle derechos y, llegado el caso,
eliminarlo.
Hablo de feto y no de
embrión por varias razones. Algunos quieren ensuciar la discusión
hablando de “Fertilización In Vitro”. El proyecto en cuestión,
sin embargo, habla de “Interrupción Voluntaria del Embarazo”. Y
el embarazo inicia con la implantación o anidación, no con la
fecundación. Es decir, se intenta argumentar con un tema que no hace
al proyecto en discusión actualmente.
Por otra parte, a partir
de la 8va semana de gestación ya hablamos de feto y no de embrión.
La enorme mayoría de las mujeres no tienen certeza de su embarazo (a
veces ni sospecha) antes de la 8va semana. Es decir, si te hablan de
embrión y no de feto, quizás quieren llevar la discusión a otro
terreno donde les resulta menos difícil dar cuenta de su postura. Lo
cierto es que en la gran mayoría de los casos, el aborto inducido se
realiza con un feto gestándose. Y te invito, con total libertad, a
buscar imágenes de un feto de 14 semanas. O de más semanas también,
ya que se habilitan interrupciones del embarazo más allá de ese
plazo.
ADVERTENCIA:
Todo legislador que vote la Ley de Interrupción Voluntaria del
Embarazo está aprobando que se pueda de
manera irrestricta y a simple petición. Más
allá de lo que algunos digan, la interpretación del artículo 3°,
inciso b) del pre-dictamen, la llamada "causal salud",
es lo suficientemente amplia para que nada quede afuera.
Para más información, lean lo que dice hoy el Protocolo de
Interrupción Legal del Embarazo.
Para algunos, entre los
que me incluyo, cualquier criterio que elijamos va a terminar siendo
un constructo filosófico y cultural. Y, por eso, en una sociedad
democrática, laica y plural, lo que se puede y lo que no se puede
hacer lo define la misma sociedad a través de las leyes. (Entre nos,
habría que repensar el concepto de “representación” para
cualquier tema que se trate, pero ahora nos excede). Y en una
sociedad pluralista atravesada por distintas metafísicas y
diferentes éticas, esas leyes se definen por consensos prácticos
mediante mayorías circunstanciales, en procedimientos previamente
definidos por otras leyes. Es así hoy y para cualquier tema que se
legisle.
Entonces, si lo determina
la sociedad, correr ese límite sobre la protección de la vida
humana es peligroso. Un bebé recién nacido también es
dependiente de la madre o, de mínima, de cualquier otro ser humano.
¿Qué impide que mañana se pueda decidir eliminarlo después de
nacido? Nada. El criterio es arbitrario. Lo determina la sociedad. Y
si el fundamento es la autonomía o voluntad de la persona con más
edad (¿poder?), y hasta el deseo de reconocerlo/aceptarlo o no, más
peligroso todavía. Hasta un día antes de nacer, el ser humano tiene
derecho a la vida o no dependiendo del deseo de la persona gestante.
Ni bien nace, ¿ya no tiene importancia el deseo de la madre? ¿O
todavía se lo puede eliminar? Preguntas que se abren a partir de
este debate. Me preocupa...
Aunque todo sea
potencialmente intersubjetivo, hay que tomar posición. Arriesgar y
hacerse cargo. Intentar ser coherente. Yo hago una opción. Y
encuentro muchas razones para hacerlo. En la vida hay que elegir...
No hay comentarios:
Publicar un comentario