miércoles, 28 de diciembre de 2016

El Origen de ¿Nuestras? Ideas

“El Origen”, según su versión para Latinoamérica, es un thriller de ciencia ficción, escrito, producido y dirigido por el gran Christopher Nolan, quien afortunadamente ya nos tiene acostumbrados a películas de este estilo.
Quizás las primeras preguntas que nos genere la película sean: ¿qué es la realidad?, ¿qué es lo real?, ¿qué es real?. La duda como origen de la filosofía, como disparador filosófico… Pero esta temática la trataremos mejor al analizar películas tales como “Matrix” o “El Show de Truman”.
            Otra cuestión puede ser la imposibilidad de diferenciar el sueño de la vigilia. “Los sueños nos parecen reales mientras los tenemos, sólo cuando nos despertamos nos damos cuenta de que algo no cuadra”, dice Dom Cobb. Nada nuevo para todo aquel que haya leído a Descartes. Ya lo vimos en “Abre tus ojos” (o su versión hollywoodense: “Vanilla Sky”). ¿Y acaso no es una variación de “La vida es sueño” de Calderón de la Barca?. Es un tema abordado desde el cine, la filosofía, la literatura, el psicoanálisis…
            Sin embargo nosotros nos vamos a enfocar en las ideas y cómo pueden implantarse. “Inception”, título original de la película, puede traducirse como inicio o comienzo, algo que se respeta en el título latino: “El Origen”. Sin embargo también se puede traducir por “concepción” que, según la Real Academia Española, significa “formar la idea de algo en la mente”. Es decir, la película nos lleva desde el título mismo a pensar sobre cómo se origina una idea en nuestra mente.
            ¿Alguna vez te pusiste a pensar cómo es que tenemos una idea sobre lo que está bien o está mal, sobre lo que es verdad o es mentira, sobre lo que es lindo o feo, sobre lo que te gusta o no te gusta?. ¿Cómo se originaron esas ideas en nosotros?. Las neurociencias no se ponen de acuerdo. En filosofía hay diferentes teorías, que oscilan entre el empirismo y el racionalismo. Pero aterricemos en lo concreto…
            Pensá en tus ideas sobre lo bueno y lo malo, lo verdadero y lo falso, lo bello y lo feo, lo que te gusta y lo que te disgusta, lo que deseas y lo que te causa rechazo. ¿Ya lo hiciste?. Ejemplos concretos. Y ahora preguntate, ¿cómo surgieron en mí?. ¿Por mi familia?. ¿La escuela?. ¿La iglesia?. ¿Mis amigos?. ¿Los medios de comunicación?. ¿Todo eso?. ¿Qué intereses hay detrás de los generadores de ideas, de los formadores de opinión?. ¿Quiénes son?. ¿En base a qué deciden lo que deciden?. Ideas. Implantación. Medios. Educación. Sentido común. Superestructura. Publicidad. Marketing. Manipulación. Percepciones. Relatos. Narrativas. Muy complejo…
¿Cuál es el parásito más persistente?... Una idea. Resistente. Altamente contagiosa. Una vez que una idea se ha apoderado del cerebro es casi imposible erradicarla. Una idea completamente formada y entendida, que se aferra...”. Y ya están en nuestra mente. Por eso cuesta tanto cambiar nuestras miradas, opiniones, formas de ver la vida. Y esas ideas nos hacen decir lo que decimos, actuar como actuamos, ser quienes somos.“La semilla que plantamos en la mente de este hombre crecerá en una idea. Esta idea lo definirá. Puede originar un cambio... puede originar un cambio de todo su ser”.
            ¿Pero cómo se hace?. Hay maneras de hacerlo. “Necesitas la versión más simple de la idea para que crezca naturalmente en la mente de tu sujeto. Es un arte muy sutil”. Y sabemos que hay gente especializada en lograrlo. Mientras te lo planteas, “no pienses en elefantes”.
 
 
 

viernes, 16 de diciembre de 2016

Impuesto a las Ganancias



"La discusión sobre Ganancias es para el 3 por ciento de la población que más gana", dijo el Presidente Mauricio Macri hace unos días. Sí, Macri, el mismo que en campaña hizo la marketinera promesa capta-votos de que ningún trabajador iba a pagar ganancias. Una de sus tantas promesas marketineras, y una de sus tantas promesas incumplidas.
Estoy de acuerdo que el llamado impuesto a las ganancias solo afecta a una minoría (aunque no se identifica con el 3% que más gana, y afecta a más del 3%). Y, claramente, hay discusiones más urgentes (¿cómo viene el temita de Pobreza Cero?, por ejemplo). Eso no impidió, sin embargo, que al gobierno de Cristina Kirchner le hayan hecho 5 paros por este tema, todos apoyados por la entonces oposición (hoy oficialismo) y los sindicatos que, pese a reconocer que hoy las cosas están peor, se volvieron “dialoguistas”. Y eso que al momento de esos paros pagaba este impuesto la mitad de personas que ahora… ¿Entonces?. Repasemos primero algunos conceptos.

¿Qué es un Impuesto?

Un impuesto es un aporte coercitivo que los particulares hacen al sector público, sin especificación concreta de las contraprestaciones que deberán recibir. Es una carga obligatoria que se impone, que hay que pagar por el solo hecho de vivir en determinada sociedad, bajo determinadas leyes, y cuya finalidad es financiar el Estado y las políticas que éste lleva adelante.

¿Qué es el Impuesto a las Ganancias?

En Argentina, este impuesto grava los ingresos de las personas físicas, los beneficios de las sociedades y las ganancias obtenidas en el país por residentes en el exterior. Básicamente es un tributo que pagan aquellos trabajadores que tienen un ingreso superior a determinado monto llamado “mínimo no imponible”. Y, a su vez, entre los que sí deben tributar este impuesto se aplica una escala. El impuesto a las ganancias es un impuesto progresivo, por lo tanto, ante una mayor base imponible del impuesto, mayor alícuota se cobrará al sujeto. Es decir, los que ganan más, pagan más, pero no solo nominalmente sino también proporcionalmente.
Desde algunos sectores se lanza el siguiente slogan de campaña: “el salario no es ganancia”. Es verdad. Pero se soluciona muy fácil: se le cambia el nombre por “impuesto a los ingresos”. El salario sí es un ingreso. Y quitarle algo al que gana mucho para redistribuirlo y darle al que tiene poco es justo.

            Hechas estas aclaraciones, hagamos un punteo sobre la situación actual de la modificación al impuesto a las ganancias, y algunas opiniones y planteos para seguir pensando juntos.
Partimos del siguiente dato: hay muchas personas que hoy pagan impuesto a las ganancias y no deberían pagarlo (así como hay algunas personas que no pagan y deberían hacerlo).También hay algunos que debieran pagar pero menos (y otros que debieran pagar más).
Sin embargo, es conveniente desenmascarar algunas mentiras macristas (o de Cambiemos, como más les guste):

“El kirchnerismo no puede opinar porque no hizo nada sobre el tema en 12 años”

¿Qué se le puede criticar al kirchnerismo en este tema?. No modificó las escalas, no mejoró el tema de las posibles deducciones (alquiler de vivienda única, educación), y no subió el mínimo no imponible. A su vez, tampoco avanzó en impuestos a otros sectores (minería, juego, renta financiera, inmuebles ociosos) para compensar el costo de realizar esas modificaciones. Y como muestra de coherencia, les dejo lo que escribía sobre el mismo tema hace casi 2 años: #31M: Repensando el Paro por el Impuesto a las Ganancias.
Sin embargo, gracias al Decreto 1242/13, vigente de agosto 2013 hasta que Macri lo derogó en febrero de 2016, pagaba impuesto a las ganancias un 10 u 11% de los trabajadores. Si se incluye el empleo informal estaríamos en un 6 a 8% del total de los trabajadores. Durante estos meses del gobierno de Macri el impuesto alcanza a casi un 20% de los trabajadores. Y con el proyecto del Poder Ejecutivo que modificaba la escala algunos de los que ya pagaban iban a tributar menos, pero iban a empezar a pagar otros que hoy por hoy no lo hacen (porque reducía algunas deducciones importantes).
Así y todo, reitero, ese decreto no era la solución. Me hubiese gustado que el gobierno anterior haya avanzado con una reforma tributaria integral y progresiva, inclusive más allá de ganancias.
Para ir cerrando este apartado… si la propuesta es superadora, y coherente con su plataforma, su postura ideológica, ¿por qué razón los legisladores kirchneristas debieran dejar de presentar sus proyectos?.

“La discusión por ganancias solo le interesa a un sector minoritario de la población”

Comparto. Le interesa, principalmente, al sector que paga. Aunque también es cierto que si ese dinero que se le retiene al trabajador le queda en el bolsillo, seguramente vuelve al circuito de consumo, reactivando la economía, aumentando las ventas, generando trabajo.
Por otra parte, no parecía ser la opinión de Macri, ni de Cambiemos, ni de los comunicadores en los medios, cuando se hicieron 5 paros por ese tema entre 2012 y 2015. Y eso que pagaba el impuesto la mitad de las personas que paga ahora. Por último, me pregunto, ¿por qué fue uno de los temas principales en la campaña electoral si no le importaba a casi nadie?. Para pensarlo…

“No prometimos eliminar el impuesto a las ganancias”

¿Hace falta explicar algo en este punto?. Me limito a invitarlos a ver el spot de campaña… No dejen de (volver a) verlo. Clarísimo.

“Fue una promesa que hicimos sin saber bien los números que heredábamos”

¿Imprudencia?. ¿Impericia?. ¿Impunidad?.
No sabían los números pero pidieron 4 sesiones especiales entre 2011 y 2014 para aprobar un proyecto al respecto.
Ahora no dan los números, pero bien que pudieron sacar retenciones a las mineras, al campo, y perdonar deudas millonarias a las empresas de energía eléctrica (además del tarifazo, claro está).

“La oposición no puede decidir las políticas fiscales”
“La oposición quiere desestabilizarnos irresponsablemente”
“La sanción de diputados es una irresponsabilidad y un acto de demagogia”

            Muchos critican al kirchnerismo por proponer ahora lo que antes no hizo. Sin embargo, esos mismos pidieron y apoyaron 4 sesiones especiales en 3 años para aprobar un proyecto que modificaba el impuesto a las ganancias. La del 30 de marzo de 2011 estuvo a un diputado de lograr quórum. El PRO, la UCR, la CC, que en esa época eran oposición y convocaban esas sesiones, ¿podían decidir políticas fiscales?, ¿querían desestabilizar al gobierno?. Respondería afirmativamente ambas preguntas…
            Lo cierto es que históricamente en el mundo, y constitucionalmente en nuestro país, corresponde a los representantes del Pueblo, a los diputados, decidir en materia impositiva.
            Lo raro es que Macri no considere demagogia su promesa realmente irresponsable y no cumplida, y sí lo haga con un proyecto sancionado por los representantes del Pueblo, elegidos democráticamente, y que es en beneficio del pueblo trabajador.

“Si se aprueba así, los gobernadores van a tener que explicar en sus territorios por qué no hay obras ni fondos para lo necesario”

Parece extorsión. Y lo es. Así construyó mayoría en el Congreso el macrismo, siendo que perdió todas las elecciones legislativas (en el balotaje no se elegían diputados y senadores). Presiona con la caja a los gobernadores para que manden votar a sus legisladores. ¿Cambiamos?.

“Este proyecto no se puede tratar así, a las apuradas”

Es irónico que se plantee así cuando es un proyecto tratado en sesiones extraordinarias, algo que fue decidido exclusivamente por el Poder Ejecutivo. Es decir, se trató así, a las apuradas, porque Macri así lo quiso. ¿Saben cuándo se presentó el proyecto del ejecutivo? El 22 de noviembre. ¿Saben cuándo convocó a sesiones extraordinarias incluyendo el tratamiento de ese proyecto?. El 23 de noviembre, es decir, al día siguiente. ¿Saben cuándo se sancionó en diputados?. El 6 de diciembre. ¿Y el gobierno se queja de que se trató a las apuradas?. Increíble.

En breve se tratará en el Senado. Si se modifica, que parece lo más probable, vuelve a Diputados. El final es incierto. Por ahora, y como casi siempre, ganan los mismos. Los números tienen que cerrar con la gente adentro. Por eso te invito, para ir terminando, a mirar los números de ganancias

jueves, 8 de diciembre de 2016

La Ley de Emergencia Social, una oportunidad de inclusión (por los Curas Villeros)



En el año 1974 la Argentina tenía 4% de pobreza hoy tiene un 32%. Esta emergencia social que vivimos no es la consecuencia de un desastre natural. Hay que trabajar entonces sobre las condiciones que la produjeron. Mientras tanto vemos necesario apoyar la ley de emergencia social. Esta puede ser una buena medida, entre otras,  para que mucha gente llegue a fin de mes. Y para tomar dimensión de que no se pueden perder más puestos de trabajo.
El proceso que ha llevado a proponer la ley creemos que es muy valioso porque ha logrado visibilizar al pueblo pobre trabajador. Los trabajadores y trabajadoras que luchan diariamente por sobrevivir y lo hacen en el marco de la economía popular.
En este contexto merece mucho respeto ese padre o esa madre de familia, que cuando ‘no alcanza para todos’, deja de cenar para que sus hijos puedan comer. Es  desde este tipo de periferias existenciales que tenemos que mirar la realidad de nuestra Patria. Y así poner en el centro de la acción social y política a las personas más desfavorecidas.
Es necesario que los dirigentes –de todo tipo- escuchen el corazón del pueblo. Lo que hace que un pueblo sea un pueblo son sus aspiraciones comunes, el proyecto común que lo pone en marcha. El corazón del pueblo late en los pobres y pequeños, porque en sus anhelos más profundos siempre apuntan a lo esencial
Un lugar de escucha por ejemplo es la devoción a San Cayetano. ¿Qué valores se juegan en ese pedido de Paz, Pan y Trabajo?  Detrás del pedido por el pan hay un pedido de justicia.  No es posible que alguien pase hambre en la Argentina, una tierra bendita de pan. Sin embargo son muchos los que no pueden amasar su pan con el trabajo. Sólo consiguen migajas que caen por descuido de mesas opulentas (ver Lc. 16, 21). Muchas veces esto se confunde con caridad, cuando el pan  que se pide para todos es en realidad un clamor de justicia. Detrás del pedido de trabajo hay un pedido, un reclamo, por el respeto de la dignidad de cada persona. La persona que no trabaja siente que está de sobra, que no vale. La persona que no trabaja está profundamente herida en su dignidad. Dignidad que intuye no le puede ser robada porque le viene de Dios su Padre misericordioso, su único Patrón. Dios no quiere que nadie falte a la mesa,  una mesa que Él mismo se pone a servir (ver Lc 12, 37). La paz social es fruto de vivir bien y esto no se da sin justicia y sin respeto por la dignidad de cada persona.
Por eso consideramos que es fundamental la solidaridad del movimiento obrero con esta multitud de trabajadores de la economía popular. Solidaridad es pensar y actuar en términos de búsqueda de una vida digna para todos los habitantes de nuestro país. Y para aquellos que más posibilidades hemos tenido en la vida, la vara es más alta y la exigencia de ponernos la patria al hombro siempre es mayor.
Nuestra sociedad nunca podrá ser feliz si tenemos un 32% de pobreza y un 6% de indigencia. Ahora bien, detrás de las estadísticas hay rostros concretos e historias muy dolorosas. Duelen hoy y dolieron siempre, no simplemente cuando los números los registran y los hacen visibles.  Por otro lado tampoco es un criterio absoluto la capacidad que tengan los más pobres de llenar una plaza para hacerse ver. A modo de ejemplo basta pensar en los miles de chicos y chicas que consumen paco, que difícilmente puedan organizarse para reclamar por sus derechos.
Frente a esta situación se requiere, entre otras cosas, austeridad. Pero no se le puede pedir austeridad a los que luchan por sobrevivir. Se requiere austeridad de los dirigentes –políticos, empresariales, sindicales, judiciales, eclesiásticos, de los medios de comunicación social, etc.-, la austeridad es un buen antídoto contra la corrupción.
Esta mirada nos ayuda a no perder el eje de una economía al servicio de las personas y los pueblos, en vez de concebirla como un mero mecanismo de acumulación –la copa en vez de derramarse, se agranda-. Hay que considerar la economía como un instrumento imprescindible para que la política pueda generar oportunidades concretas. Es así que en los barrios más vulnerables es necesaria una presencia inteligente del Estado que lleve trabajo, en esos lugares donde la narco-criminalidad sí está dispuesta a dar ‘trabajo’.
La cultura del encuentro que anhelamos no propone recetas acabadas, ya que para los problemas complejos que nos llevaron a esta situación de emergencia social no alcanzan las respuestas lineales. Sí estamos convencidos de que en esta cultura del encuentro los pobres no solo dan que pensar, sino que piensan; no solo despiertan sentimientos, sino que sienten; no solo padecen injusticias y están heridos en su dignidad, sino que creativamente luchan para vivir bien. Y en lo concreto y cotidiano nos enseñan tantísimas veces lo que significa el amor fraterno que se revela frente a la injusticia social.
Que la Virgen de Luján nos enseñe a cuidar de nuestra Patria, como ella lo hace, empezando por los más pobres y pequeños.

P. José María Di Paola, villa La Carcova, 13 de Julio y Villa Curita. Diócesis de San Martín
P. Gustavo Carrara, P. Nicolás Angellotti, P. Eduardo Casabal, villa 1-11-14. Arquidiócesis de Buenos Aires
P. Lorenzo de Vedia, P. Carlos Olivero, P. Gastón Colombres, villa 21-24 y Zavaleta. Arquidiócesis de Buenos Aires
P. Guillermo Torre, de la Villa 31. Arquidiócesis de Buenos Aires
P. Domingo Rehin, villa Lanzone, Villa Costa Esperanza. Diócesis de San Martín
P. Juan Manuel Ortiz de Rosas, San Fernando.  Diócesis de San Isidro.
P. Basilicio Britez, Villa Palito, Puerta de Hierro, San Petesburgo y 17 de Marzo. Diócesis de San Justo
P. Sebastián Sury, P. Damián Reynoso, Villa 15. Arquidiócesis de Buenos Aires
P. Pedro Baya Casal, P. Adrián Bennardis, Villa 3 y del Barrio Ramón Carrillo. Arquidiócesis de Buenos Aires
P. Juan Isasmendi, Villa Trujuy. Diócesis Merlo-Moreno.
P. Nibaldo Leal, V. Ballester. Diócesis de San Martin.
Carlos Morena, Ángel Tissot, Mario Romanín, Alejandro León, Juan Carlos Romanín. Salesianos. Villa Itatí. Don Bosco.
P. Hernán Cruz Martín. Barrio Don Orione - Claypole. Obra Don Orione.
P. Dante Delia. Villa Borges. Diócesis de San isidro.
P. Antonio Mario Ghisaura. Villa Tranquila. Diócesis Avellaneda- Lanús.
P. Eduardo Gonzalez. Vicario general. Diócesis de San Martin.
P. Luciano Iramain, B° Los Polvorines. Diócesis de San Miguel.