martes, 31 de octubre de 2017

De ñoquis, vagos y parásitos

En el imaginario de mucha gente está instalado que el empleado estatal es ñoqui, vago y/o un parásito. Es más, para muchos los trabajadores del estado se dividien en dos: los que trabajan a reglamento y los que no van a trabajar.
Por experiencia personal podría decirles que mayormente no es así, pero es muy difícil ir contra lo que una gran cantidad de personas aseguran saber. Por otra parte, no deja de ser cierto que haya muchas cosas que corregir en este tema. Sí hay gente que trabaja a reglamento. Sí hay gente que cobra sin ir a trabajar. Sí hay gente que no es idónea para el puesto que ocupa. Sí hay gente que entró por acomodo o favor político. Sí es cierto que ese dinero sale de los impuestos que pagamos (casi) todos. Sí es cierto que esa plata podría destinarse a obras en salud, educación, vivienda, etc. Y sería bueno que todo eso empiece a cambiar...
El presidente Mauricio Macri puso la lupa sobre este tema y, con el visto bueno de un numeroso sector de la sociedad, está dispuesto a avanzar. Sí, Mauricio Macri. El que tiene cuentas offshore para evadir impuestos (y lavar plata sucia) y no aporta su dinero para financiar nuestro Estado. El que siendo Diputado Nacional tuvo un elevadísimo nivel de ausentismo (más que Carrió, lo que es mucho decir). El que siendo Jefe de Gobierno y Presidente tiene el récord de mayor cantidad de días de vacaciones en el Poder Ejecutivo. El que hizo negocios a costa del Estado con nuestra plata, tanto con las cloacas en Morón, con el contrabando de Sevel, con Manliba o con la estatización de su deuda privada. El que sigue haciendo negocios, ahora desde el otro lado del mostrador, permitiendo el blanqueo (ilegal) de su familia, que sus funcionarios ganen plata gracias a sus propias decisiones (Aranguren, Quintana, Braun), que le quiere pagar juicios millonarios a sus empresas, que le da obras sin licitación a su primo Calcaterra y su amigo inseparable Caputo. El hijo de Alicia Blanco Villegas, representante de la oligarquía terrateniente de la provincia de Buenos Aires. El hijo de Franco Macri, empresario símbolo de la Patria Contratista y miembro de la mafia calabresa. El mismo que cuando asumió como Presidente despidió a miles de empleados estatales y, sin embargo, nos encontramos que hoy hay más que cuando asumió. El que inventa cargos con nombres rarísimos y sueldos elevados. El mismo que autoriza nombramientos de familiares, amigos y militantes pese a no ser idóneos para los puestos que ocupan ni cumpir las condiciones mínimas exigidas. El que vino a bajar el déficit fiscal pero lo hizo aumentar, junto con una deuda que nos esclaviza por generaciones. El que vino a bajar la inflación pero la hizo subir. El que vino a lograr la pobreza cero pero la hizo aumentar, a costa de aumentos en tarifas, transporte, alimentos, y pérdida real del poder adquisitivo del salario. El que vino diciendo que no ibas a perder nada, pero termina diciendo que no era real lo que estabas viviendo realmente. El que paga por día 720 millones de pesos en intereses de Lebacs, apostando a la especulación y la timba financiera, atentando contra la producción y el trabajo que dice querer defender, a la vez que malgasta semejante cifra que podría destinarse a salud, educación o vivienda. Sí, Mauricio Macri.
¿Y por qué lo hace?. Porque los ricos siempre ganan. Y hoy, con una concentración de poder casi inédita, con el Poder Político, Económico-Financiero, Judicial y Mediático jugando en el mismo equipo, obtuvo luz verde en las recientes elecciones para avanzar en su macabro plan. Y porque lo hace cumpliendo órdenes. Y si no, miremos las recomendaciones del FMI sobre recortes, ajustes, aumentos, reducción del déficit, jubilaciones, y específicamente sobre el tema que nos convoca en este artículo: “El FMI también solicitó una reducción estructural del empleo público a nivel federal y provincial, que aconsejan realizar mediante un censo de agentes que permita rastrear y controlar a los empleados públicos, identificando a los trabajadores fantasmas y estableciendo una reducción basada en el desgaste. El método de reducción de personal propuesto por el fondo se basa en apelar a que los mismos empleados renuncien o se retiren voluntariamente para prescindir de las indemnizaciones, mientras que se evita la toma de nuevos empleados logrando de esa manera una reducción drástica de la planta al menor costo económico”.

Están ganando la batalla cultural. Se impone un sentido común colonizado funcional al Poder. Nos cansaremos de ver noticias e informes en esta línea, durante estos días, para reforzar prejuicios. Estamos a tiempo. Tenemos que resistir pero, a la vez, pensar juntos, encontrarnos, dialogar, convencer, persuadir, organizarnos, militar, hacer. El 2019 nos encontrará unidos o dominados. Compañeros del campo nacional y popular, uníos. Unidos podemos más.

1 comentario:

María Elena Díaz dijo...

Lamentablemente y sin pretender levantar un dedo acusador hacia personas concretas,es obvio( xa mí) q en este sistema o ideología política no hay lugar xa palabras como justicia social,inclusión,dignidad d las personas,buscar estructuras q combatan la pobreza( me animo a decir la miseria)) Prácticar la subsidiariedad,q es responsabilidad de Estado y no se trata d regalar nada a nadie ,sino d procurar herramientas.Q los recortes q son necesarios,sean equitativos,empezar x los q tienen la mayor cantidad d la torta.Abramos los ojos,no aceptemos volver a vivir lo q no estuvo bien en el pasado pero no aceptemos lo q. Va contra principios evangélicos,morales.y sobre los q se construyó esta nación.Solo saldremos adelante con el respeto ,la unión y el amor entre hermanos Con la paz como estandarte,sin violencia ni imposición.Dios bendiga a esta muéstrate era🇦🇷🇦🇷🇦🇷