Los argentinos vivimos tiempos de crispación nunca vistos. Se abrió una grieta entre el Gobierno más corrupto de la historia, y sus seguidores ultrafanáticos que cada vez son menos, con respecto al resto de la sociedad que quiere moderación, diálogo y consenso. La crisis económica profundiza esta sensación, esperada, de Fin de Ciclo. Y, lo que es peor, no hay libertad de expresión para que se pueda decir y sentir que la mayoría piensa así.
Palabras más, palabras menos, el
párrafo anterior se puede leer o escuchar en la mayoría de los medios, en el
taxi, en algunas reuniones familiares, en el trabajo o en el bar. Y la culpa de
todo es de los kirchneristas…
En primer lugar quiero dejar en
claro que no me gusta vivir en una sociedad crispada, dividida. Repudio la
corrupción en todos sus niveles. Y sí creo en el diálogo y en la búsqueda de
consenso, hasta donde se pueda. Así y todo, desde hace algunos años, vengo bancando
este Proyecto Nacional y Popular. “¿Cómo puede ser?”, se preguntan algunos.
“Incoherente”, me dicen otros. Y una minoría que no me conoce me acusa de cosas
que jamás hice ni haré nunca.
Me duele haberme peleado con
gente que quiero por discusiones políticas. Igualmente creo que en ningún caso
fue permanente y, con el tiempo, el perdón, el afecto y lo vincular pudo más. Y
creo que ya aprendí. Mis amigos, mi familia, están por encima de un partido
político y una elección. Pero, a la vez, hay principios, convicciones, que
hacen a mi persona y me relaciono también desde ese lugar.
Dicho todo lo anterior, quisiera
que pensemos y repensemos juntos el primer párrafo con el que la mayoría de mis
lectores, quizás vos, han estado de acuerdo. Seguramente leyeron o escucharon
sobre el Virrey Sobremonte y su fuga con el tesoro, sobre las Guerras que se
dieron en nuestras tierras, sobre Unitarios y Federales, sobre la proscripción
del Peronismo, sobre la suspensión de derechos y garantías constitucionales por
los Militares, sobre la tortura, asesinato y desaparición de personas, sobre el
robo de bebés, sobre el menemismo y la nefasta década del 90, sobre cómo nos
dejó la Alianza
en el 2001… ¿Y ahora hablan de crispación, corrupción y falta libertad de
expresión?.
Hay corrupción. De hecho, hay
funcionarios importantes procesados: Boudou, Jaime, Miceli. Y procesados
mientras este Gobierno sigue en el poder. Y hablamos de ex ministros pero
también del vicepresidente en ejercicio. Y el Poder Judicial avanza en las
causas. Y en todos los medios se habla del tema, quizás en proporciones
superiores a la de otras causas de personajes de otros espacios políticos.
Es cierto que hay una mayor
politización de la sociedad, al menos en algunos sectores, y principalmente en
la juventud. Y es positivo. Y seguramente falte más. También reconozco que el
kirchnerismo, como estrategia de fidelización de apoyo, fogoneó muchas veces
esta llamada grieta. Jesús dijo hace mucho “el que no está conmigo, está contra
mí”. Y los K siguieron esa línea. Patria o Buitres. Democracia o Corporaciones.
Nosotros o Ellos. Y así…
Pero releyendo el párrafo
anterior, ¿no es cierto que hay algo de eso?. Pongamos entre paréntesis, por un
instante, nuestro juicio sobre el kirchnerismo. ¿No hay corporaciones, sectores
de mucho poder, que tienen intereses diferentes al Pueblo?. Si para maximizar
ganancias le bajan los sueldos a sus empleados, o los despiden, ¿no hay un
conflicto de intereses?. Y cuando hay diferencia de poder real, ¿se puede
consensuar?. No seamos ingenuos. La política es conflicto porque implica tocar
intereses. El neoliberalismo lleva décadas de colonizarnos culturalmente, con
complicidades por conveniencia o ineptitud, instalando que el Mercado es bueno,
que el Estado es bobo, que los que tienen lo ganaron trabajando, que los que no
tienen son vagos, y así…
Me parece que el kirchnerismo
está llegando a un Fin de Ciclo. Pero el Proyecto Nacional y Popular,
continuando muchas banderas de este movimiento, debiera reinventarse:
-
Hay que bajar, ojalá eliminar, la corrupción. No es
fácil.
-
Hay que desligarse de aliados circunstanciales,
funcionarios, que no debieran estar en el Proyecto: Insfrán, Alperovich,
Milani, Boudou, Othacehé, etc.
- Hay que seguir profundizando el modelo, industrializando más el país, combatiendo mejor el narcotráfico y la trata de personas, generando un crecimiento económico sustentable, cuidando el ambiente, favoreciendo la inclusión de todos los mayores de edad en el circuito laboral formal con trabajo decente, avanzando en la distribución del ingreso y de la tierra, y garantizando salud integral, educación de calidad y vivienda digna para todos y todas.
- Hay que seguir profundizando el modelo, industrializando más el país, combatiendo mejor el narcotráfico y la trata de personas, generando un crecimiento económico sustentable, cuidando el ambiente, favoreciendo la inclusión de todos los mayores de edad en el circuito laboral formal con trabajo decente, avanzando en la distribución del ingreso y de la tierra, y garantizando salud integral, educación de calidad y vivienda digna para todos y todas.
-
Hay que redireccionar las peleas hacia las
Corporaciones, pero intentando revincularse con la sociedad civil, independientemente
de sus ideas. La batalla es cultural…
Viví en carne propia muchas
peleas y acusaciones donde lo mío era reacción, y no acción. Y en esto hay
distinta vara. Se instala desde los medios. Y se replica, se repite hasta el
hartazgo. Aprendí a controlarme, aunque no siempre lo consigo. Pero cuando
dicen cosas en contra del kirchnerismo, muchas de las cuales yo considero
injustificadas, y respondo con argumentos, con respeto, me saltan a la yugular,
me descalifican desde lo ideológico pero también desde lo personal, casi me
gritan, a veces me insultan, y yo, tranquilo, intento dar las razones de mis
opiniones. ¿Y la libertad de expresión? ¿Y la grieta? ¿Y la crispación? ¿De qué
lado quedan?.
Como dice Cristina, aunque no sea
muy original, “el amor vence al odio”.
Y este Proyecto Nacional y Popular
enamora…
Para seguir leyendo:
3 comentarios:
Ser Kirchnerista:
http://nueva-ciudad.com.ar/ser-kirchnerista/
"Sobre relatos y grietas" por J. P. Feinmann:
http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-271404-2015-04-26.html
"La épica es la sal de la vida pública. Los grandes momentos históricos suponen actos de coraje a hombres y mujeres que, en otras circunstancias, se quedarían en sus casas viendo crecer a sus hijos. Sin épica no hay movilización política, no hay militancia, no hay fervor ni pasión" Hernán Brienza
http://www.infonews.com/nota/201654/scioli-randazzo-un-fanatismo-inexplicable
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