martes, 31 de marzo de 2015

#31M: Repensando el Paro por el Impuesto a las Ganancias



Las calles parecen desiertas. No hay colectivos, trenes, subtes, estaciones de servicio, bancos, entre otros servicios.
Algunos trabajadores adhieren al paro. Muchos quieren ir a trabajar, pero no pueden. Otros, quizás de los que tributan ganancias, aprovecharon y se fueron nueve días de vacaciones con solo dos ausencias al trabajo.
¿Por qué se decide ejercer el derecho constitucional a huelga?. Todos los organizadores coinciden en que la convocatoria es por el impuesto a las ganancias. Por lo tanto, empecemos a analizar este punto…

¿Qué es un Impuesto?

Un impuesto es un aporte coercitivo que los particulares hacen al sector público, sin especificación concreta de las contraprestaciones que deberán recibir. Es una carga obligatoria que se impone, que hay que pagar por el solo hecho de vivir en determinada sociedad, bajo determinadas leyes, y cuya finalidad es financiar el Estado y las políticas que éste lleva adelante.

¿Qué es el Impuesto a las Ganancias?

En Argentina, este impuesto grava los ingresos de las personas físicas, los beneficios de las sociedades y las ganancias obtenidas en el país por residentes en el exterior. El paro hace referencia solamente a la primera de estas tres categorías, y sobre eso ampliaremos.
Básicamente es un tributo que pagan aquellos trabajadores que tienen un ingreso superior a determinado monto llamado “mínimo no imponible”. Y, a su vez, entre los que sí deben tributar este impuesto se aplica una escala. El impuesto a las ganancias es un impuesto progresivo, por lo tanto, ante una mayor base imponible del impuesto, mayor alícuota se cobrará al sujeto. Es decir, los que ganan más, pagan más, pero no solo nominalmente sino también proporcionalmente.

Un punteo de ideas sueltas sobre el Paro por el Impuesto a las Ganancias

       Es legítimo ejercer el derecho constitucional a huelga. Pero seguramente vamos a coincidir en que tiene sentido cuando se cree que el reclamo es justo. ¿Se justifica semejante paro para reclamar que el 10% de los trabajadores de más altos ingresos pague menos impuestos?.
       Desde algunos sectores se lanza el siguiente slogan de campaña: “el salario no es ganancia”. Es verdad. Pero se soluciona muy fácil: se le cambia el nombre por “impuesto a los ingresos”. El salario sí es un ingreso. Y quitarle algo al que gana mucho para redistribuirlo y darle al que tiene poco es justo.
       Desde luego que también hay que quitarle a otros sectores. Y seguramente con más razón. Estamos hablando de la renta financiera, de la minería, del juego, de viviendas o terrenos ociosos, de los jueces, etc. Pero, ¿cómo?. Cuando el Gobierno Nacional tocó intereses de la Oligarquía Terrateniente y su Sociedad Rural, cuando se metió con la Corporación Mediática, la Corporación Judicial, la Corporación Económica y sus Buitres, los Servicios de Inteligencia, lo quisieron voltear y se la hicieron bastante difícil. Y los que hoy están en la calle, haciendo piquetes para que los trabajadores no lleguen a sus trabajos, después no salen a poner el cuerpo para defender al Gobierno Nacional y Popular.
       También es cierto que hay controlar cómo se redistribuye lo recaudado. Debiera llegar a los que menos tienen. Con algunos errores seguramente, este Gobierno, fiel a su ser peronista, lleva adelante muchísimas políticas de inclusión social a favor del Pueblo. Asignación Universal por Hijo, Plan PROGRESAR, Plan PROCREAR, Inclusión Jubilatoria y aumentos, Inversión récord en Educación, Descenso drástico del Desempleo, Recuperación de las Paritarias, Recuperar Inclusión, agua potable, cloacas, y tantas otras medidas en lo que ya es más que una DéKada Ganada.
       Pero, en concreto, ¿quiénes pagan hoy el impuesto a las ganancias?. Según el Decreto 1242/13, aún vigente, están exentos “los sujetos cuya mayor remuneración y/o haber bruto mensual, devengado entre los meses de enero a agosto del año 2013, no supere la suma de PESOS QUINCE MIL ($ 15.000)”. Es decir, aquella persona que en el primer semestre de 2013 cobraba hasta $15.000 de sueldo bruto hoy no tributa. Y no tributa inclusive aunque hayan tenido varios aumentos, que de hecho los tuvieron. Es decir, un par de paritarias después, en algunos casos con ya cuatro aumentos, y todavía siguen sin pagar el impuesto a las ganancias, por lo que hablamos de personas que ganan más de $15.000 en bruto al día de hoy.
       Según fuentes oficiales, que no me enteré que hayan sido desmentidas, hablamos de un 10 u 11% de los trabajadores. Si se incluye el empleo informal estaríamos en un 6 a 8% del total de los trabajadores. Un número ínfimo.
       ¿Se puede hacer un reclamo a favor de una minoría?. Obvio. Sucede que, en este caso, la minoría es, dentro del universo de los trabajadores, la más privilegiada. Eso es lo raro. Muchos trabajadores que no pagan ganancias se ven obligados a parar, quizás rehenes de decisiones sindicales ajenas a sus intereses, para defender que los trabajadores que más ganan paguen menos impuestos.
       ¿Es justo reclamar una reforma en el impuesto a las ganancias?. Personalmente creo que sí, aunque no de una manera demagógica y electoralista como plantean algunos candidatos. Estamos hablando de una fuente importante de ingresos del Estado para seguir redistribuyendo a través de políticas sociales. Pero se puede evaluar la suba del mínimo no imponible, tocar la escala y sus alícuotas, quizás permitir la deducción del alquiler, así como gravar sectores que hoy están exentos y a los que ya me referí más arriba. Les dejo una propuesta, a mi entender, superadora: proyecto en debate.
       Si bien es cierto que el impuesto a las ganancias absorbe parte del aumento que pueda conseguirse en paritarias, no es menos cierto que el Gobierno, con lo recaudado, hace devoluciones directas/indirectas que también son aprovechadas por este pequeño sector que tributa. Pensemos en Precios Cuidados, Ahora 12, SUBEneficio,  PROCREAUTO, RENOVATE, y el subsidio a la electricidad, al gas, al transporte, etc.
       ¿Hay razones para hacerle un paro a este Gobierno?. Para muchos, sí. Algunos con buena intención, quizás, y otros no. Lo cierto es que resulta mucho más defendible un paro exigiendo que se incorporen al circuito formal los empleados que están “en negro”. Pero la realidad es que no paran ni reclaman por los que están en el circuito informal, y si ellos no llegan al trabajo, no cobran. Es decir, el paro parece ser contra los trabajadores más vulnerables.
       También podría reclamarse que ganen más aquellos que hoy cobran menos de $5.500, que según las estadísticas son la mitad de los trabajadores argentinos. Pero no. Los sindicalistas que convocan deben estar pagando el impuesto a las ganancias, por sus salarios altos, pero las bases, mayormente, no acceden a ese privilegio.
       ¿Quiénes son los sindicalistas que convocan y adhieren?. Barrionuevo, Moyano, Micheli, Sobrero, Plaini, Piumato, Fernández, Maturano, Genta…
       Un trabajador casado, con dos hijos, con un salario bruto de $15.200, si es que ya tributaba en julio de 2013, paga de ganancias hoy $109,53. En cambio, paga de Cuota Sindical casi el triple ($304). ¿A dónde va a parar toda esa plata?.
       Otro dato a tener en cuenta: en el comercio minorista se espera que se pierdan ventas por $2.119 millones en el día, estimó la CAME. Sin embargo, la economía total registraría pérdidas por, al menos, $3.000 millones.
       ¿Cuál es la razón de la fecha elegida?. Algunos se toman 9 días de vacaciones, con solamente 2 faltas al trabajo, lo que colabora a que parezca un mayor acatamiento (complementado con los piquetes, la falta de transporte, etc). Pero también hay otra lectura posible: es un día hábil menos sin bancos, en este fin de mes con feriados, lo que tal vez retrase el pago de salarios y les permita a algunas empresas trabajar la plata durante una semanita más.
       Llama la atención, o ya no, que la Izquierda le haga paro y piquete a un Gobierno que reestatizó/nacionalizó Aerolíneas Argentinas, YPF, AFJP y ahora va por los trenes. ¿Se quedaron sin banderas propias que ahora levantan las de sectores concentrados de derecha?. Ya lo dijo el gran Armando Tejada Gómez: “Como el mundo es redondo, se aconseja / no situarse a la izquierda de la izquierda, / pues, por esa pendiente, el distraído / suele quedar de pronto a la derecha”.
       No debemos olvidar, además, que si bien hay un derecho constitucional a la huelga, también existen otros derechos constitucionales: a trabajar, a transitar, etc. Me llama la atención, o no, que aquellos que criticaban los piquetes del hambre no se expresen en el mismo sentido, ni con el mismo énfasis, contra los piquetes para que no paguen impuesto a las ganancias los salarios más altos.
       Crisis eran las de antes. Se reclamaba comida o trabajo. Ahora se reclama para que los trabajadores que más cobran, que son el 10%, no paguen impuesto a las ganancias. Estamos mucho mejor. Conquistadas ganadas, pero que hay que seguir defendiendo.
       Este paro, desde mi humilde punto de vista, busca un doble objetivo. Por un lado, el explícito, presionar para que el Gobierno suba el mínimo no imponible. Se disfraza como defensa de los derechos de los trabajadores pero, en definitiva, apunta a un sector minoritario en el que, paradójicamente, se encuentran los trabajadores que más cobran. Por otra parte tiene una clara intencionalidad electoralista, buscando debilitar al Gobierno elegido democráticamente, una vez más, hace menos de 4 años. Y se aprovecha como una nueva forma de canalizar enojos de sectores medios, tal como fue la Marcha del #18F por el casi olvidado, y cada vez menos defendible, fiscal Nisman.
       Considero que hay una desproporción entre la medida y el reclamo. Pero, a la vez, creo que, en palabras de Mario Rapoport, “una reforma tributaria integral y progresiva, no parcial y regresiva, es fundamental para profundizar el uso social y productivo del excedente económico por parte del Estado democrático”, y eso es todavía una deuda pendiente.

Por todo lo dicho, lo explicado, lo argumentado, es que #YoNoParo y, sin dejar de decir lo que pienso y criticar lo que haya que criticar, durante este 2015 volveré a votar a los candidatos de este Proyecto Nacional y Popular



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