Amor.
San Agustín decía: "Ama
y haz lo que quieras". Hagas lo que hagas, hazlo por amor.
San Juan de la Cruz decía: "En el atardecer de la vida nos
examinarán en el amor".
Sólo el amor
salva. Pensemos que "tanto amó
Dios al mundo que nos envió a su propio Hijo". Y tan sólo nos
pide: "Amar
a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a tí mismo" o
más “Ámense
unos a otros como yo los amé”.
¡Eso
es Navidad!
Alegría.
Así
dijo el ángel a los pastores: "No tengan miedo, pues yo
vengo a comunicarles una buena noticia, que será motivo de mucha
alegría
para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, ha nacido para
ustedes un Salvador, que es el Mesías y el Señor". El
cristiano debe vivir la alegría
del Evangelio, de la Buena Noticia. Dios viene al hombre, para
que el hombre vuelva a Dios... ¿no nos alegra?.
Entonces, vivamos con alegría.
¡Eso
es Navidad!
Paz.
Es lo que nos dirá Jesús resucitado: "¡La paz
esté con ustedes!".La misma paz
que contagia ver al niñito recién nacido en los brazos de Su madre, María. El mundo necesita paz,
nuestro país necesita paz,
nuestras familias necesitan paz...
¿qué estamos esperando?. La paz
es posible, depende de nosotros construirla.
¡Eso
es Navidad!
Justicia.
Debemos encender una vela en vez de maldecir la oscuridad. Como hizo
Dios. En vez de quejarse de la oscura maldad de los hombres nos
entregó a su propio Hijo, aquel que dijo: "Yo soy la Luz
del mundo. El que me sigue nunca estará en tinieblas". Si yo no
tengo qué comer es un problema físico, pero si mi hermano no tiene
qué comer es un problema moral y político. Vivimos en mundo injusto... ¿qué
hacemos por cambiarlo?. Busquemos la justicia,
y luchemos por conseguirla.
¡Eso
es Navidad!
Esperanza.
No esa esperanza
crédula que cree en mediáticos discursos en tiempos de posverdad, sino la verdadera esperanza
que NO defrauda. Dios prometió y cumplió. "Todo esto sucedió
para que se cumpliera lo que había dicho el Señor por boca del
profeta: La Virgen concebirá y dará a luz un hijo y que le
pondrán por nombre Emmanuel, que significa Dios-con-nosotros".
Esperemos
en Él.
¡Eso
es Navidad!
Fe. La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Como dijo Jesús Resucitado: "¡Felices los que creen sin haber visto!. Creer que Dios se hace hombre, que nace pobre en un pesebre, y que muchos años después va a morir y resucitar porque el amor vence al odio, y la vida vence a la muerte.
¡Eso
es Navidad!
Amor,
Alegría, Paz, Justicia, Esperanza, Fe
... "La Navidad nos trae todos estos regalos del cielo. Pero
recordemos que vienen sólo en forma de semillas. Es trabajo nuestro
sembrarlas y cuidarlas durante el resto del año" (Mamerto
Menapace).
¡Feliz
Navidad!
Tanto, pero tanto, nos ama Dios que nos envía a su Hijo que se hace uno de nosotros (sí, uno de nosotros) y
nos salva. Es un gran SI de Dios a los hombres. Es que, como sabemos,
todos los NOES del hombre no cambian el SI de Dios. En cada Navidad
Jesús vuelve a decirnos “Si, tanto te amo que me hago como vos asumiendo todo: los gozos y esperanzas,
las angustias y tristezas”.
¡Eso
es Navidad!
"Navidad es el Encuentro de Dios con Su Pueblo", dijo Francisco. Y Jesús sigue naciendo. No deja de nacer. Lo hace de manera insistente, perseverante, incondicional. Y la promesa se cumple. Y la esperanza no es defraudada. En el pesebre de la sencillez, de lo provisorio, de lo descartable, de lo que no es tenido en cuenta, de eso poco que termina siendo mucho, alejado del confort, en las periferias, donde ser no tiene que ver con tener, allí Dios se vuelve a hacer presente, se hace uno de nosotros, para caminar con nosotros, para acompañarnos en el camino. Dejémenos acompañar por el Dios de la Ternura. Y acompañémoslo en todos nuestros hermanos que tanto lo necesitan. ¡¡¡Feliz Navidad!!!.
"Navidad es el Encuentro de Dios con Su Pueblo", dijo Francisco. Y Jesús sigue naciendo. No deja de nacer. Lo hace de manera insistente, perseverante, incondicional. Y la promesa se cumple. Y la esperanza no es defraudada. En el pesebre de la sencillez, de lo provisorio, de lo descartable, de lo que no es tenido en cuenta, de eso poco que termina siendo mucho, alejado del confort, en las periferias, donde ser no tiene que ver con tener, allí Dios se vuelve a hacer presente, se hace uno de nosotros, para caminar con nosotros, para acompañarnos en el camino. Dejémenos acompañar por el Dios de la Ternura. Y acompañémoslo en todos nuestros hermanos que tanto lo necesitan. ¡¡¡Feliz Navidad!!!.
1 comentario:
Muy buena reflexión... Feliz Navidad.
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