miércoles, 16 de septiembre de 2009

¿Medios de Comunicación o Comunicando Miedos?

Estamos de acuerdo en que debe haber una nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. O, al menos, no hay voces que propongan dejar la norma vigente. Quizás haya silencios cómplices o chicanas políticas, pero nadie alza su voz para oponerse al tratamiento de una nueva ley. Posiblemente sea porque nadie se anima a defender una ley que se originó durante la dictadura, con las firmas de Videla y Martínez de Hoz entre otros, y que acumula modificaciones realizadas durante el menemato neoliberal.
Todo lo que digamos ya está mediado por los medios masivos de comunicación. En la actualidad, ellos son el horizonte de comprensión desde dónde percibimos y analizamos todo y, es más, desde donde existimos. En los medios masivos se constituye el sentido del ser actual. Por esta razón, posiblemente, sea tan fuerte el impacto que tienen los medios en la realidad (sea lo que sea lo que llamamos realidad). Operan en lo más originario, en la pragmática. Sucede que el mundo tiene sentido por el hombre pero el hombre está abierto al mundo antes que a sí mismo y, por lo tanto, siempre está comprendiéndose por él en una codeterminación mutua originaria. Existimos, comprendemos y somos desde los medios masivos de comunicación.
Siendo que, al decir del Dr. Guillermo Mastrini, “uno de los roles indiscutibles de los medios masivos de comunicación en la sociedad moderna es brindar información de calidad con el objetivo de contribuir a que la ciudadanía adopte las decisiones (políticas, económicas, sociales, etc.) que la vida cotidiana demanda”, comparto totalmente que esta ley es la madre de todas las batallas. Obviamente que es prioridad la (re)distribución de la riqueza, pero de lo que estamos hablando es del orden cronológico, que depende de la táctica y la estrategia a seguir.
No voy a defender al gobierno actual. Si bien estoy de acuerdo con su discurso nacional y popular, reconozco que su actuar no se condice con lo declamado. Evidentemente hay razones por las que se presenta este proyecto en este momento, y desde luego que genera muchas dudas ya que no parecen ser las que se dicen explícitamente.
Así y todo debemos reconocer que el anteproyecto que estuvo circulando por distintos foros en los últimos meses, mejoraba la norma vigente. También es cierto que, al momento de presentar el proyecto en el Congreso, se recepcionaron muchos aportes superadores. Y, por último, para no tener otra “125”, han cedido a presiones de distintos sectores políticos consiguiendo un dictamen de mayoría con más de 200 modificaciones, algunas muy importantes, que nos lleva a tener un posible texto normativo bastante mejor que el proyecto original.
Por su parte, la oposición atiende su juego. Este tema les permitió un desfile interesante por los distintos medios, que cedían tiempo y espacio para que se expresen libremente... a favor de ellos. Porque esa es la trampa. En nombre de la libertad de expresión se defiende que algunos pocos, con fuertes intereses económicos, sigan hablando en nombre de todos, escondidos tras una supuesta neutralidad e independencia.
Uno de los argumentos que más repiten para oponerse es que se viola la seguridad jurídica. “Seguridad jurídica”, raro concepto utilizado para defender a pocos que tienen millones, pero que nunca se aplica a favor de esos millones que tienen poco (o nada)...
La oposición pide más tiempo para el debate. Yo también le pediría más tiempo al oficialismo pero, a la vez, le pediría debate a la oposición. Pareciera que sólo se busca dilatar la cuestión para que no se trate nunca. Hay que sincerarse.
El único objetivo de la ley, según la UCR/CC/Unión-PRO, era hacer un negociado K con Telecom... hasta que sacaron a las telefónicas. Quizás era cierto. Pero hábilmente los dejaron sin un argumento. Después se sucedieron otra serie de excusas, llegando incluso a chicanas reglamentarias que tantas veces se utilizan a conveniencia. A veces las prácticas oficialistas te obligan a ser oposición, pero cada vez más la oposición te inclina hacia el oficialismo...
Por último, una imagen. En los titulares de TN (canal de noticias, de la fusión Cablevisión-Multicanal, del Grupo Clarín, es decir, “periodismo independiente”) decía: “Crisis en la Selección”. La carga afectiva del titular era claramente negativa. Los argentinos estamos disconformes con nuestra selección de fútbol que está jugando mal, que perdió los últimos partidos, que no se sabe si clasifica al mundial, etc. ¿Cuál era la imagen?. Julio Grondona y CFK con la mano en el corazón, cantando el Himno.
No seamos ingenuos. Los medios están jugando fuerte, y tienen mucho poder. Sólo basta leer o escuchar las adjetivaciones. Nos dicen que en vez de tapar la realidad, la hacen tapa. Sabemos que no hablan de “la” realidad sino de “su” recorte de la realidad. Es, claramente, la madre de todas las batallas. NO apoyamos un monopolio estatal, pero tampoco queremos ser cómplices de la más peligrosa censura a la libertad de expresión: la que no se nota, la actual.